Después de unas vacaciones bien merecidas y de una buena temporada, casi sin tiempo para nada, saco un hueco, con el consentimiento de Palmira de esta misma mañana, para enseñaros esta boda.
Como casi siempre fue por recomendación y como casi nunca el primer contacto fue el mismo día de la boda. Creo que tanto Palmira como Juan, lo tenían muy claro. Nada más vernos el buen feeling surgió al instante y creo que eso es algo imprescindible para que las fotos reflejen esa tranquilidad y naturalidad. Nuestro trabajo consiste en eso, en contar una historia y cuanto menos artificial sea, mejor. Es cierto que con novios así es muy difícil hacerlo mal. Palmira, Juan y familia, muchas gracias por permitirnos contar vuestra historia, por vuestra confianza y por, una vez más, hacernos disfrutar con nuestro trabajo.